Una
de las propuestas de Paisajes Sagrados es poner de manifiesto que los humilladeros,
ermitas y santuarios no se limitan a los templos, sino que se integran en un
paisaje y en una sociedad que amplía el espacio de la protección de la
divinidad a través de caminos sacralizados o rituales como las romerías o el
rezo de las novenas.
A
la ermita de Nuestra Señora de los Leones se llega desde la iglesia parroquial
de la Asunción por un viacrucis. El camino no solo se señala con las cruces,
sino que se alía con la naturaleza y surgen los robles, algunos majestuosos, al
pie del camino. Sin embargo la monumentalidad no caracteriza a esta ermita de
la Sierra de Gredos, es una ermita esencial, recia, de humilde mampuesto pero
de notable antigüedad como atestigua su cabecera de tres paños.
Esta
pequeña ermita tiene sus días de esplendor en las celebraciones del nacimiento
de la Virgen el 8 de septiembre. En estos días se sube y se baja a la Virgen
de los Leones por el camino señalado hasta la parroquia, donde entre otros
actos se reza la novena, como hacías tú Petra.
A Petra (in memoriam),
Sonia y Sofía.
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